jueves, 25 de octubre de 2007

Y colorín colorado....


Hasta ahora he trabajado en un hotel dónde:

Delante del robo por alguien de recepción de aproximadamente unos dos mil euros (de 20 en 20 euros, un flujo diario) y claramente identificada a la persona que lo ha hecho, se ha decidido no despedirle ("es lo que busca y por eso no le vamos a despedir") y lo más indignante, recepción ha tenido que cubrir este dinero con las propinas de aproximadamente 4 meses. Es decir, han robado al hotel, y lo hemos pagado de nuestro bolsillo los recepcionistas.

Pese a ser un hotel de 4 estrellas con 156 habitaciones, muchos salones, en una zona apartada de la zona alta de barcelona, no hay NINGUNA cámara de vigilancia. No hay ningun sistema de seguridad. No hay ningun interfono para cerrar y abrir la puerta por la noche, no hay ningun vigilante de seguridad (hay un hombre, que no lleva ni porra ni nada, k es de "servicios", es decir... cierra las puertas, y se pasea)
Esta dejadez en cuanto a seguridad de los clientes y de los recepcionistas, no pasaria de grave si no fuera porque nos atracaron dos veces en un mes, una de ellas con machetes, amenazando y reteniendo clientes y personal (entre ellos yo).
La reacción de dirección fue prometernos medidas de seguridad que en 5 meses todavia no se han realizado.

Un hotel dónde no se valora a nadie, dónde no existe trato humano. Da igual que te atraquen, que te intenten atracar, nadie se dirige a ti preocupandose por tu estado de ánimo. Ni si quiera son hipocritas.

Un hotel dónde los recepcionistas no sólo hacen funciones de recepción (y con ello englobo funciones de cualquier departamento en horas no laborables de éstos) sino que también son tutores de 8 alumnos de prácticas que se pasan 4 horas diariamente en recepción. Pese a que me gustaba enseñar, no veo porque si soy tutor y profesor, no cobro por ello.

Hay mil motivos más, unos graves otros anecdóticos. Pero en conclusión, es un hotel dónde los recepcionistas suelen ser estudiantes que tienen su primer trabajo en el sector y ven éstas situaciones como normales, o que el puesto de recepcionista conlleva. Pero yo ya me he cansado. Hay muchos hoteles, y me esperan muchas historias más.

PD 1. Tengo muuuchas historias que contar todavia en la recámara, así que seguiré con el blog.

PD 2. Gracias a aquellos que os pasais por aquí. Y aún más a los que dejais comentarios. Me sorprende ver desde dónde me visitan. Gracias porque parece una tonteria, pero me siento bien sabiendo que me leeis de vez en cuando.

viernes, 12 de octubre de 2007

Susto otra vez


Más o menos las 22.00h.
Estoy en recepción con dos chicas de prácticas. Voy a ver al jefe de sala para una cosa de una sala. Al salir de la recepción veo que hay una moto parada con el motor encendido delante de la puerta del hotel. Hay dos individuos con el casco puesto.

En un par de minutos vuelvo y la moto sigue ahí, con las dos personas encima. Le pregunto a las de prácticas si saben algo, me dicen que no. Salgo a ver que pasa...

En ese momento ya no me gusta la situación.
Salgo y me miran. Les pregunto que quieren, me contestan que han venido a buscar a alguien. Les digo que a quién?.
En ese momento les veo, llevan pasamontañas. Me contestan pero ya casi ni les escucho. Les leo la matricula de la moto. Ven que les leo la matrícula y se van a toda velocidad.

Vuelvo a recepción pálido. Llamo a la policia y doy la matrícula, vienen los mossos.
Tengo una sensación en el cuerpo asquerosa. Me ha venido a la cabeza todo el atraco que sufrí con machetes.

Envio un e-mail al director y a mi jefa explicandole lo que ha pasado.

Todavia se extrañan porque he decidido irme del hotel... nadie me ha preguntado ni como estoy, ni que pasó... a ninguno de los dos le ha importado una mierda.

jueves, 11 de octubre de 2007

Expediente X

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miércoles, 10 de octubre de 2007

Mala suerte...


Cliente: Señor Marin y familia.

El señor Marin tiene un increible parecido fisico con el actor de la foto.

El señor Marin es del norte, con alto poder adquisitivo, viene con su mujer, dos hijas pequeñas y su madre. Deciden hospedarse en una Jr Suite y una doble para la madre. Piden la primera noche dos cunas, la segunda se la cobramos ante lo cual se escandaliza.
Le damos la habitación 305 Jr, y la 308 para la madre. Parece ser que la 308 no es de el agrado de la madre, le cambiamos a la 304.
Hago noche, a las 5.30 de la mañana me llama el sr. Marin indignado, en la 305 huele muchisimo a amoníaco. Parece ser que un tubito del minibar se ha roto, y el olor a amoníaco se hace insoportable. Cambiamos al sr. Marin de la 305 a la 312.

Siguiente noche, el sr. Marin vaja indignado de nuevo, en la planta tres hace una olor muy extraña, nos va a denunciar a Sanidad. Voy a ver que pasa en la tercera planta, al final descubrimos que los clientes asiaticos de la 311 (hab de al lado) están limpiando su ropa y utilizan unos productos quimicos que son la causa del mal olor. Se lo explico al sr. Marin.

El sr. Marin dice que no puede estarse ahi, cambio de nuevo de habitaciones. De la 312 a la 405 (jr) y de la 308 a la 408 para la madre. Muevo una cuna de la 312 a la 405 yo mismo, porque ya no hay nadie de pisos. Mientras la transporto, literalmente se me rompe la cuna. Tengo que ir a buscar otra y vestirla.

El sr. Marin tenia que irse a Galicia en avion y volver al dia siguiente, pero viene a recepción por la noche y me comenta que el avión ha ido desde Barcelona a Galicia, y no han podido aterrizar y sin aterrizar han vuelto desde Galicia a Barcelona. Ha estado todo el dia dentro del avión y ha aterrizado desde donde despegó.

El sr. Marin ha movido todo el hotel por sus quejas, el director y él se han reunido ya tres veces. La sra. Marin me viene a pagar las dos habitaciones, evidentemente me pide una hoja de reclamación. No la rellena porque "necesita tiempo para llenarla"

Cuando converso con el sr. Marin, le comento que su estancia en el hotel es el colmo de la mala suerte, que sepa que siempre han sido cosas ajenas a nuestra voluntad, y que hemos hecho siempre todo lo posible para que hubiera sido todo más agradable.

El sr. Marin sube a la habitación en ascensor, el sr. Marin se queda atrapado en el ascensor. De nuevo indignado. Le abro la puerta del ascensor con nuestra llave. Prefiero no decir nada.

Simplemente le digo: Buenas noches sr. Marin.

Todo verídico.

domingo, 7 de octubre de 2007

Penúltima noche en el purgatorio.


Me tocó noche...
Odio las noches, sobretodo porque los pesados atacan de noche.

Teníamos un grupo de mexicanos, otro de cubanos, otro de argentinos... y como ya sé como va cuando pasa esto.. me dispuse a apuntar todo lo que ésta gente me iba pidiendo...

La verdad es que pensé que me agobiarian bastante más, pero tenian que levantarse todos a las 9 y supongo que por eso se fueron a dormir. Además, me dejan anotado que no pase llamadas a partir de las 23:30 a las habitaciones (son deportistas y tienen que descansar)

Esto fue más o menos la cronologia de los hechos:

23:00 Sólo llegar, una almohada a la 623.
23:15 El chico de la 116 me dice que es probable que le llamen, que está viendo el partido de rugby y que si le llaman le vaya yo a buscar al bar. Le digo que sí.
23:20 Primera anécdota con una llmaada. Me llama un cubano, le paso a la habitación y nadie contesta (seguro que está abajo en el bar) Me dice que llamará de aquí a una hora, le digo que no puede, porque no se pueden pasar llamadas en 10 minutos. Me pide que quiere saber el resultado del partido de su hijo. Que vaya a preguntar a la gente el resultado y después el me llamará y me lo preguntará. Le comento que tengo 156 habitaciones, y que no sé quién es su hijo o sus compañeros, y que no voy a ir preguntando a todos los clientes si han jugado un partido con la selección de cuba y cuál ha sido el resultado. Me dice que es muy importante, y justo en ese momento me viene un cubano a pedir no se qué... aprovecho y le digo: le paso con un compatriota suyo que seguro sabe el resultado.
23:40 Viene un cliente de mexico y me pregunta cómo puede hacer para recibir dinero. Le digo que el hotel no puede hacer estos trámites y que deberá ir a un banco. Me dice que no, que no le apetece ir a un banco, que es sabado y necesita el dinero el domingo, y que gestione el tema para que mañana pueda recoger el dinero en el hotel. Le digo que no es posible. Me dice que quiere una solución. Le digo que no es posible. Me dice que exige una solución. Le digo que no es posible. Le digo que la unica solución es la del banco, y que si no le puedo ayudar con algo más, que tengo mucho trabajo.
00:05 Una habitación está tres noches, el total subirá unos 400 euros. Nos ha dejado una targeta de crédito como garantia. Todo correcto. Pero biene y me dice que quiere dejar 1500 euros en efectivo cómo depósito de la habitación. Le comento que la cantidad es excesiva, me dice que da igual. Le digo que vale, reviso minuciosamente los billetes y se lo acepto. Le preguntó si es por que así deja el dinero en un sitio seguro y no me contesta. (Sospechoso)
01:00 Tengo una maleta en el back office que una clienta argentina viene a pedirmela. Le hace mucha ilusión (mucha) que haya llegado. Me pide si me puede besar porque está muy contenta. Me besa. Me vuelve a besar. Le digo que no es necesario tanto beso (tenía 70 años, con 40 menos quizá le habria pedido más)
01:50 Llega un grupo de 6 argentinos. Són gilipollas, engreidos... etc. Me piden que si les puedo hacer fotos, le digo que sí. Me dan 4 cámaras y les saco fotos a todos en el hall del hotel.
02:05 Vienen dos chicos jovenes cubanos. Me dicen que cuánto deben del minibar. Le digo que hay 8.50 euros. Me dicen que no han tomado nada. Le digo que vale, que ya lo comentaré. (Si vienes a pagar el minibar, cómo después dices que no has tomado nada?...)
02:30 Otra llamada para pasar a una habitación. Le comento que aquí es muy tarde para pasar llamadas y que tengo orden de no hacerlo. Parece que lo entiende... Entonces me dice que como no puedo pasar llamadas, que vaya arriba, pique a la puerta, despierte al cliente y le diga que ha llamado su madre y que cuando pueda le devuelva la llamada. Le comento a la señora que haciendo eso quizás despertaria al cliente. Me cuelga enfadada.
A partir de entonces se tranquiliza todo bastante, he superado mi penúltima noche en el hotel, ya que en dos semanas lo dejo.

Saludos de un recepcionista hasta los huevos de serlo.