martes, 28 de agosto de 2007

Pinzelada de humor

Caso verídico, pasado domingo:
Clienta se queda atrapada en uno de los ascensores. Voy a la planta e intento tranquilizarla mientras llamo al técnico para que lo solucione.

YO-. A nivel de Planta 2, una señora se ha quedado atrapada en el ascensor.
Técnico-. Vale Pablo, ahora mismo lo arreglo. Sobretodo dile a la señora que no se mueva de ahi.
YO-. Emmm... Está encerrada y atrapada en el ascensor, cómo coño se va a mover.
Técnico-. Ostia, es verdad. Perdona Pablo.


Sin comentarios.

domingo, 26 de agosto de 2007

Tarjetas de Crédito.


Suelen ser españoles, suelen haber viajado poco.

-¿Me permitirá también una tarjeta de crédito?
-Miralo bien, está todo pagado.
-Tiene la habitación pagada, pero necesitaríamos una tarjeta cómo garantía.
-Garantía de qué si ya está pagado todo!?! Es el único hotel dónde la piden!!
-Por posibles extras, señor.
-No van a haber extras, y si los hay los pagaré.
-Señor, son normas del hotel.
-Estás diciendo que me voy a ir sin pagar? No te vas a quedar mi tarjeta...
-Caballero, sólamente le cojo el número.
-No te la doy. Ya te apañarás pero no te doy la tarjeta.
-Como usted quiera. Debería dejarme entonces un depósito en efectivo.
-No traigo dinero.
-De acuerdo señor, no pasa nada.

Realmente... que potestad tenemos para pedir la TC a alguien? Qué hacer en el caso de que no nos la den?

Nosotros normalmente cerramos crédito (avisamos a restaurante, bar... que le hagan pagar al momento).

Desgraciadamente, pedir la tc te garantiza que cuando una habitación se va sin pagar, la puedas cobrar.
Desgraciadamente es necesario pedirla.

martes, 7 de agosto de 2007

Contra viento y marea


Llega a recepción sudoroso, parece muy cansado y contesta de mal humor. Es Americano, de unos 50 años, viene solo. Me entrega unos papeles. Los papeles son unicamente información del hotel sacada de cualquier página de internet. Dice que tiene la reserva hecha, no la tiene.
Le hago esperar fuera mientras compruebo dentro que ha seguido los pasos para hacer una reserva, pero no la acabó de hacer.

Vuelvo fuera, tenemos habitaciones, le doy una. Reniega de lo mal organizado que está Barcelona, dice que ha tardado 5 horas en llegar desde el aeropuerto hasta el hotel (se suele tardar 45 minutos). Dice que le han perdido las maletas. Debe tener uno de sus peores días de su vida. Sube a su habitación diciendo en voz alta que no le gusta esta ciudad.

Al dia siguiente se acerca al mostrador y me pide si puedo llamar para reclamar su equipaje. Llamó y me dicen que la maleta todavia no saben dónde está. Se lo comento, vuelve a renegar pero menos. Lleva la misma ropa, tiene un aspecto bastante deprimente. Me da las gracias por haber llamado.

Siguiente dia. Llega por fin la maleta, se la entrego. Me comenta que está de viaje por tres meses, y tiene que ir a Malasya, en la maleta estaban medicamentos que debe tomar y todos los bonos de hotel dónde va a estar todos estos meses. Se va de visita por Barcelona. Está feliz.

Último día, me viene a saludar a Recepción, tiene mucha mejor pinta. Me enseña cómo le han dejado la maleta los del aeropuerto. Está rota. Bromea. Rie. Me agradece muchísimo el trato que ha recibido del hotel. Dice que dejará constancia de nuestra amabilidad en páginas de hoteles. Me da la mano. Nos despedimos.

Le deseo suerte en su viaje.
Me vuelve a dar las gracias.

lunes, 6 de agosto de 2007

Si es usted tan amable de pagar...


Usted se compra un coche, y le dice al del concesionario que lo pagará cuando deje de utilizarlo.

Usted va a la farmacia, compra un medicamento, y le dice al farmaceutico que le pagará cuando usted acabe el tratamiento.

Usted va al cine, y al taquillero le dice que le pagará cuando acabe la película.

Usted va a la panaderia y compra una barra de pan, con la intención de pagarla cuando se la haya comido.

Usted compra un vuelo a Roma, y lo pagá una vez haya acabado el viaje.

Todas estas situaciones parecen ridículas... pero en un hotel es exactamente así, lo último que se hace en un hotel es pagar.

Ya que nos fiamos de usted (y le fiamos), no nos toque los cojones!

Atentamente: Un recepcionista.