viernes, 11 de mayo de 2007

Me gusta mi trabajo


Cliente de origen chino pero pasaporte estadounidense.
El sr. Liu es joven, unos 23 años y le hice yo el check-in. Viaja solo, es la única vez que viaja sólo en su vida, una semana en Barcelona. Le veo una cartera de los New York Nicks, empezamos a hablar sobre baloncesto. Es un tipo agradable, me empieza a contar un poco su vida, se lo está pasando genial en Barcelona. Me cuenta que hoy ha ligado con dos barcelonesas, me lo cuenta cómo si yo fuera su mejor amigo, se ha hecho fotos con la cámara y me la da para que las vea. Nos reimos. Me cae bien. Seguimos hablando bastante rato.

A veces, muy pocas desgraciadamente, se crea una complicidad con algún cliente bastante interesante. Me hace pensar que nos complicamos la vida más de lo que ya por si es.

Es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo, conocer a clientes como el sr. Liu. Puede parecer una tontería, pero para mi es importante. He dicho.

2 comentarios:

paco dijo...

Nunca seas demasiado agradable, simpático y eficiente con el cliente. Sólo servirá para cargarte de trabajo, porque el cliente te buscará a ti en especial para pedirte favores y gestiones. Con el cliente hay que ser educado pero serio.
Si le das un trato demasiado bueno, no te lo agradecerá, porque los clientes creen que eso forma parte de tu trabajo, no dará propina, y si la da, se la qedará el que le haga el check-out.
Te lo recomienda un recepcionista veterano.

lechuza en un Centro dijo...

Sr Paco: espero que Nocturno no tome nota de su comentario. Cuando estoy fuera de casa agradezco muchísimo las muestras de amabilidad-educación de la gente en general y de los recepcionistas en particular, yo creo que nos pasa a todos. No sé si es una apreciación mía, pero en muchos hoteles hay una deshumanización y desconfianza en el trato con los clientes, algo que a veces entiendo por los comentarios que hace el marido de una compañera mía que trabaja en un hotel.
Pero no se puede hacer de ello una norma general.
Yo,en mi trabajo, también hago excepciones por cuestiones prácticas y de conciencia. Y no me diga que no, que todos sabemos cuándo y cómo podemos hacerlas.
Gracias al Sr recepcionista de Torremolinos por darme el desayuno antes de la hora, es usted un encanto de persona.
Saludos